Sala de exposiciones
El Festival Internacional de la Imagen y el Festival Panoràmic llevan colaborando durante los últimos años para incentivar el intercambio de artistas y curadores/ras entre Catalunya y Colombia; pero también la coproducción de proyectos. Esta colaboración entre ambos eventos, nace de tener una visión común del papel actual de la imagen, así como de una voluntad de crear un espacio de investigación en el ámbito de la cultura visual entre ambas latitudes.
El Festival Panoràmic y el Festival de la Imagen proponen un espacio de conocimiento y reflexión entre la imagen fija y la imagen en movimiento, y de cómo irrumpen las nuevas tecnologías en la cultura visual. Ambos festivales lo hacen desplegando una programación en todos los ámbitos donde la imagen se nos hace presente. Así pues, desde la educación y la formación, desde la reflexión y el diálogo, desde la transversalidad y la hibridación, desde la creatividad y el aprendizaje, desde el compromiso con la cultura contemporánea y plural, Panoràmic y el Festival de la Imagen, seguirán trabajando para intensificar el vínculo entre Colombia y Catalunya.
En esta edición del Festival de la Imagen, se presentan los proyectos de Lurdes R. Basoli, Erik Estany, Paula Artés y Núria Nia, así como el diálogo entre las obras de Leonel Vásquez y Monica Rikić y los curadores Carolina Cerón y Fèlix Pérez-Hita.
Felipe César Londoño, fundador y curador – Festival Internacional de la Imagen.
Laia Casanova Manonelles, codirectora Festival Panoràmic
Título: Archivo y Poder
Artistas: Erik Estany, Núria Nia, Paula Artés, Lurdes R. Basolí
La propuesta “Archivo y poder” parte de una reflexión sobre el potencial de los archivos en la construcción del poder, a través de la imagen, y su papel fundamental para legitimar aquello que queremos que forme parte de nuestra historia. Desde esta perspectiva, desde el Festival Panoràmic, se creó la línea curatorial de investigación donde artistas son invitados a trabajar desde el archivo, dando una relectura a los fondos, planteando cuestiones actuales a través de lenguajes contemporáneos. Los trabajos que se recogen en esta exposición, son proyectos que han participado en ediciones pasadas del Festival Panoràmic, y que han partido de la investigación en archivos públicos, privados o personales. Por tanto, esta muestra, se plantea como un zoom de una línea curatorial más amplia del Festival, pero que nos acerca a proyectos que reflexionan sobre el poder que existe en un archivo. Artés nos plantea una reflexión sobre el papel de la Iglesia y el sistema capitalista actual, y cómo cierta iconografía se comparte entre los grupos de poder. Basolí, a través de la investigación de su archivo fotográfico familiar realiza toda una reflexión sobre el fotoperiodismo y el colonialismo, y por último, Nia, a partir de una colección de un archivo público de Granollers, cuestiona las posibilidades de la IA para generar expresiones humanas, y, por tanto, la capacidad de substitución por las tecnologías. Por último, en el caso d’Estany, el autor trabaja a partir del archivo que generan todas las imágenes recogidas a partir de las tecnologías de visualización actuales. Toda esta cantidad de imágenes generadas, configuran nuestra percepción de la realidad, reflexionando sobre el papel de estos nuevos archivos generados y nuestro imaginario visual.
This camera is very good
Lurdes R. Basolí
2021
Esta pieza videográfica de Lurdes R. Basolí editada en coautoría con Ana Belén Jarrín revisa críticamente el vídeo doméstico del viaje a Tanzania que la artista realizó con su familia en 1998, cuando ella era adolescente.
La película quiere ser una antipostal del safari fotográfico del turista occidenatal u occidentalizado y propone una edición a contrapelo de las capturas domésticas, que a su vez se contraponen con las imágenes en movimiento de “El Gran Safari” de Theodor Roosevelt de 1909 para constatar que la mirada del viajero al “corazón de África” todavía es hoy la misma de entonces.
‘This camera is very good’ forma parte del proyecto expositivo ‘Blank’, un trabajo en el que Basolí, a partir de una doble experiencia personal en el continente africano, propone una descolonización de la mirada del turista occidental (u occidentalizado), cuestionando los “viajes a tribus” en la actualidad. A partir del álbum familiar doméstico del safari realizado en 1998 con su familia, y estableciendo nuevas relaciones con las fotografías, la autora nos quiere hacer reflexionar sobre la herencia colonial que perdura en nuestras formas de representar al pueblo masái, que perpetúa unos estereotipos que hablan más de un “nosotros” que de “ellos”.
Agradecimientos
Familia de Lurdes R. Basolí, Nacho Álvarez
Eclipse
Lurdes R. Basolí
2021-2024
“Eclipse” es un proyecto en curso conformado por una serie de postales originales enviadas por turistas desde el continente africano a Occidente, ahora intervenidas con papel fotocopia.
En los últimos tiempos, la autora ha ido reuniendo una pequeña colección de postales de retratos de gente masai, realizadas generalmente durante los siglos XIX y XX por fotógrafos blancos occidentales como John Hinde, Dino Sassi, Yann Arthus-Bertrand y Stanislav Skulina. Son fotografías que promueven la visión estereotipada del africano negro como salvaje, y reproducen unos esquemas culturales propios del discurso colonial y de una mirada exotizante del otro. Sin embargo, investigaciones más recientes le han llevado a descubrir la existencia de fotógrafos africanos negros que también participaron en la producción de este tipo de postales y en la reafirmación de esta imagen prototípica del africano nativo, como fue el caso de los hermanos Lisk-Carew de Sierra Leona. Últimamente la colección se ha ampliado con postales de retratos de otros pueblos africanos, y también con fotografías de los llamados zoos humanos.
Basolí ha investigado quiénes fueron los autores de las fotografías de todas estas postales, ha buscado sus retratos, y los ha usado para tapar los rostros de aquellos sujetos a los que ellos fotografiaron. Como en un eclipse, en el que un astro es ocultado total o parcialmente de la vista del observador por la interposición de otro astro, la autora oculta al espectador unas imágenes con otras, protegiendo unos rostros que han sido fotografiados y exhibidos –a menudo sin un consentimiento consciente y siempre objetualizados y mercantilizados- con los rostros de aquellos que les fotografiaron y han permanecido ocultos.
Mientras el sujeto históricamente fotografiado como prototipo del nativo africano tenía rostro pero no nombre, el fotógrafo siempre ha tenido nombre pero no rostro. “Eclipse” invierte este patrón, en un gesto que pretende ser de restauración, y un intento de establecer entre el sujeto fotografiado y el fotógrafo, y también entre quien es visto y quien mira, una relación menos desigual.
Reescritura a partir del texto de Alexandra Laudo a propósito de la exposición Autobiografía
Agradecimientos
Alexandra Laudo, Hasan G. López Sanz, Copia Lab.
¿Quién tiene el poder?
Paula Artés
2024
El poder de las imágenes marca la historia. ¿Somos conscientes del poder que tienen? ¿Y de la importancia de analizarlas? Paula Artés se ha adentrado en el Arxiu d’Etnografia i Folklore de Catalunya en Barcelona con estas preguntas en mente. Cómo esta representatividad está ligada a una intencionalidad y a una iconografía muy determinada.
Desde este punto, la artista ha reflexionado sobre el alarde de representación del poder. Las tres imágenes presentadas las transportan en unos espacios de poder y toma de decisión muy concreta y definida en la sociedad. La iglesia es el estamento más antiguo donde se inicia el poder y el alarde en el sistema capitalista en el que vivimos actualmente. Las fotografías de grupo en estas esferas, como podría ser también de gobiernos, generan unas connotaciones y unos imaginarios donde hay un poder implícito y atiende a unos imaginarios muy determinados.
Según la artista, la decisión de hacerlos impersonales era esencial para que la imagen se comportara como grupo, como conjunto de poder, como institución. En el fondo, no tiene trascendencia qué cara está detrás haciendo mover las manivelas del poder, si hubiera otros ojos detrás de esa franja negra que hace anónima su identidad, el engranaje seguiría rodando.
Estadio de fluidez
Núria Nia
2023
A partir de 4 fotografías de hace casi 100 años conservadas en el Archivo Municipal de Granollers, Núria Nia aborda los mecanismos expresivos de la comunicación humana y los compara con la representación visual del sujeto en Internet: los avatares. Descubre, en este panorama, lo que define como un Estadio de Fluidez: un momento en el cual todavía es posible performar más allá de lo real en las plataformas digitales.
En el video ensayo, la autora anima los rostros capturados por la cámara analógica de Josep Bosch i Plans y con sus propias microexpresiones: movimientos del rictus universales, involuntarios y rápidos. Para la autora, la microexpresión es la puerta a la psique desde el plano físico y abre la cuestión principal de la pieza: ¿es posible trasladar este nivel de complejidad comunicativa a los avatares de Internet? Pronto, dice, podremos mostrar fielmente nuestras reacciones expresivas reales a través de nuestros avatares virtuales, pero por ahora este terreno puede ser un campo para la propia experimentación performativa. Así, la pieza nos apela a pensar en la capacidad de los medios y los dispositivos para habilitar o inhabilitar posibilidades en las relaciones humanas y, por lo tanto, para trazar nuevas líneas sociales.
Del que passa a fora
About what happens outside
Erik Estany
2022
“Del que passa a fora” reflexiona sobre cómo vemos el mundo hoy. El trabajo explora cómo las tecnologías de visualización actuales, y los nuevos modos de ver que producen, configuran nuestra percepción de la realidad y la realidad misma.
Para ello, el trabajo parte de la ventana, entendida desde tres perspectivas distintas: el concepto de ventana como metáfora de la visión, la ventana física desde la que el fotógrafo ha tomado todas las imágenes del trabajo, y el sistema de ventanas digitales y virtuales por donde circulan estas imágenes.
El autor se sirve del contexto local que muestra la ventana, para pensar en el contexto global de capitalismo visual que proyecta la pantalla, caracterizado por la centralidad de la imagen, la tecnociencia y la computación. Así, el trabajo reflexiona sobre la condición de la imagen contemporánea, y las características de su producción y circulación, y más concretamente sobre cuestiones como la nueva normatividad visual basada en las pantallas, la visión maquínica y la inteligencia artificial, la virtualidad, o el desplazamiento de la perspectiva lineal a la visión vertical.
La relación de simbiosis que establecen el fotógrafo y la máquina en el proyecto, encarna la conexión que mantenemos actualmente con la tecnología. Una relación de aprendizaje mutuo, donde aprenden a ver el uno del otro, en un juego que les permite ver más allá de lo existente, e imaginar al mundo mientras lo moldean.
Las imágenes del proyecto representan sobre todo una reflexión sobre sí mismas y sobre el propio medio fotográfico. Al fin y al cabo, la máquina y el fotógrafo miran lo que ocurre fuera para imaginar qué pasa dentro de esa capa de imágenes que media entre nosotros y el mundo.
EL susurro de las máquinas y el canto del agua
Artistas:
Mónica Rikić y Leonel Vásquez
Curaduría:
Fèlix Pérez-Hita y Carolina Cerón
¿Y, si aceptamos que son artificiales y que son una parte activa de la configuración del mundo? Eso, contracción y expansión. ¿Y, si la agencia sónica y las experiencias somáticas, como la respiración, o la vibración del agua, nos guían en cada sorbo hacia una inteligencia planetaria? ¿Y, si esto implica un ecosistema sensible de artefactos electrónicos y artesanales que permiten la experimentación sobre la cognición no consciente? Eso, contracción y expansión. Sí, los ritmos de la respiración, sí, el saber vibrátil del cuerpo y sus flujos de agua interna, sí, ambos se conectan con un sentido planetario, sí, trabajan la mente cognitiva y los ritmos para disponernos, sí, para disponernos a un reencuentro con lo interdependiente y las cosmoresonancias.
Leonel Vásquez propone la escucha del mundo como acto político. Mònica Rikic inventa nuevos usos de la IA, relaciones estéticas, lentas y reflexivas. Ambas investigaciones artísticas intentan comunicarse con cosas no humanas: la naturaleza en el caso de Vásquez, y diversos sistemas cognitivos artificiales en el de Rikić. Trabajos que comparten la voluntad de oponerse a la velocidad y la agresividad imperantes hoy en día mediante experiencias contemplativas, más amables y relajadas.
Mónica Rikić (https://monicarikic.com/)
Leonel Vásquez (https://www.leonelvasquez.com/)
DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS
Revolució
Mónica Rikić
2023
“Revolució” ofrece una forma alternativa de vincularnos con la tecnología a través de una experiencia relajada y contemplativa. En lugar de reforzar las metáforas asociadas a la productividad, la velocidad y la competencia, la pieza propicia un encuentro sereno, casi espiritual, creando un espacio para discusiones críticas colectivas en torno (y bajo) ella.
Siete módulos inflables de gran tamaño, suspendidos del techo, se mueven con ritmos similares a la respiración que evocan la meditación, mientras sus comportamientos emergentes programados nos invitan a percibirlos como organismos sensibles. La arquitectura de la programación que anima los módulos está impresa sobre su tejido, haciendo visible el sistema subyacente.
La instalación invita al público a caminar por debajo, recostarse debajo de ella para observar sus movimientos, escuchar sus voces y conectar con ella y con quienes les rodean.
¿Podría ser el ámbito espiritual el único espacio donde se produzcan verdaderas experiencias híbridas entre especies orgánicas y artificiales?
La espiritualidad actúa como un canal para transmitir conocimiento entre generaciones, conformar identidades y fomentar la transformación. De manera similar, los algoritmos cognitivos evolucionan como inteligencia colectiva, influyendo en la identidad humana. Este proyecto especulativo nos desafía a abrazar diversas formas de existencia, orgánicas y artificiales, desde una experiencia lenta y gozosa.
Caudales
Leonel Vásquez
2025
En Caudales la velocidad del flujo de una quebrada que nace en el páramo se recrea al mover las aguas mediante unos cuencos giratorios. Este movimiento genera una corriente donde los hilos de agua se entrecruzan formando un arco que frota constantemente las cuerdas de unos sitares anfibios suspendidos dentro de cuencos. La materialidad vibrante de los instrumentos entra en resonancia con el caudal y despierta un complejo campo armónico que se repite y texturiza incansablemente, al igual que las aguas en su cauce natural. A medida que el oxígeno se va disolviendo en las moléculas de agua al girar los cuencos, el sonido que emana de esta acción se infiltra en el cuerpo del oyente. Al escuchar estas sonoridades, el cuerpo experimenta estados magnéticos que generan bienestar; los cuerpos de agua entran en una comunicación cosmo-resonante.
El sitar de agua forma parte de los instrumentos anfibios, una tecnología de escucha que permite explorar la resonancia de los movimientos ondulatorios mecánicos en las masas de agua y la respuesta vibrátil somática. Este instrumento es el resultado de un estudio acústico de materiales que busca reflejar la complejidad de los movimientos de la naturaleza en la riqueza de un campo espectral. En la materialidad de las cuerdas simpáticas de un sitar, activadas en resonancia por los múltiples hilos ondeantes de un caudal, se descubre el potencial de un sonido armónico, sostenido y profundo, ideal para inducir estados de conciencia y unidad cósmica entre el páramo y el cuerpo que todos somos.