Jose Manuel Berenguer (España)
El arte, igual que todo el pensamiento, experimentó un fuerte contagio de las nuevas ideas aportadas a principios del siglo XX, pero nos hallamos ya muy lejos de aquel momento, así que siento que necesitamos un enfoque que trascienda la historia anterior. Un aporte desde mi punto de vista valioso del arte a la percepción de los planteamientos de la mecánica cuántica, más que el intento de facilitar la comprensión o la divulgación de conceptos que se resisten a cualquier intuición, podría consistir en mostrar el camino a la aceptación de la perplejidad en que nos sume la constatación de que las cosas no son como nuestras limitadas capacidades parecen necesitar para que continuemos confiando en ellas y por tanto, en nosotros mismos.
Nuestra evolución nos ha configurado para ello y ahí debe residir parte de la causa de la reticencia a aceptar todo aquello que nos cuestiona; que cuestiona nuestras convicciones.Somos nuestras convicciones y de ellas surgen, en gran parte, nuestras producciones. Nos predeterminan, también, de manera que a un tiempo nos abren campos de acción y nos limitan. Precisamente, la dialéctica entre lo intuitivo y lo que no lo es frecuentemente nos ha conducido más allá de donde estábamos.