María Camila Gómez
Colombia
Nace en 1995 y sus orígenes se encuentran en El Santuario, municipio del oriente antioqueño. Allí comienza a descubrir el mundo entre las montañas de un pueblo a travesado por la autopista Medellín-Bogotá y lo que esto implica: una gran cercanía con el mundo rural y campesino, pero también con la ciudad a escasos 60 Kilómetros.
Lloraba cuando la llevaban a la escuela y pedía a sus padres no volver, así que tras varios intentos fallidos de escuela diferente, y con otros cuatro o cinco niños, fue una de las alumnas fundadoras de una escuela llamada “Aire Libre”. Ya no lloró más en la escuela y pudo por fin empezar a socializar con otras personas. Ahí es cuando el mundo empieza a abrirse y la literatura se vuelve parte importante de su vida y mirada del mundo.
En la adolescencia, además del amor por la literatura, se dio cuenta de que otra gran atracción vital estaba en el “ver”, así que el cine se fue convirtiendo en una fascinación fuerte y la práctica fotográfica en una afición que le interesó explorar.
En 2013, buscando una profesión que mezclara las letras y lo audiovisual, ingresa al programa de Comunicación y Lenguajes Audiovisuales de la Universidad de Medellín. De allí egresa en 2018, mismo año en que realiza un taller de Cine Documental en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, Cuba. Allí, con 23 años, descubre cuánto ama la academia, estar sentada conversando con otras personas de los temas que le apasionan, o simplemente intercambiando trivialidades. También asume como verdad algo que no sabía si era del todo posible y es la posibilidad de vivir de lo que se ama, ejerciendo un trabajo que llene la existencia y que al tiempo provea los recursos económicos necesarios.
En 2019 se muda a Bogotá para enfrentar un nuevo reto laboral y de vida, se instala en el centro de Bogotá; allí el mundo vuelve a expandirse en medio del frío, la hostilidad capitalina y la belleza de sus calles y escenas cotidianas. En 2020 con el estallido de la pandemia por Coronavirus el entusiasmo por la ciudad y sus posibilidades se ve limitada y sus ansias por conocer la ciudad, crecen. A 2022 sigue recorriendo a pie las calles del centro de Bogotá, buscando escenas, recuerdos e historias por guardar en la memoria.
Obra
Cine (y) Digital: «Los colores del níspero»