KHIPU

Presenta: Constanza Piña

 

Los astros, en su movimiento armónico y perpetuo, trazan misteriosas formas en la bóveda celeste. Estas figuras han sido observadas desde tiempos inmemoriales por nuestros ancestros, quienes llegaron a comprender que detrás del cielo visible hay un poder calculador que todo lo ordena. Los khipus astronómicos fueron instrumentos técnicos para plasmar estas configuraciones, utilizando cuerdas y nudos que simbolizan números mágicos, a la par representan días, meses y años estelares, como libros de profecía y adivinanza. Un sistema de cómputo ancestral, que devela el carácter divino del cosmos.

Durante el verano boreal del año 2017, nos reunimos a hilar el universo. Creamos un lenguaje codificado mediante nudos, dando orden y orientación a nuestro mapa cosmológico. Ciframos los acontecimientos celestes que rigieron nuestro trabajo de hilanderas. Los datos codificados en el presente khipu corresponden a una clasificación espectral de las estrellas de la constelación Bootes (constelación situada en el medio cielo durante todas las sesiones de trabajo), un calendario basado en las fases de la luna, un eclipse solar, dos terremotos y la posición del sol y la luna en relación a la elíptica al momento de nuestro natalicio.

Esta instalación consiste en una antena semicircular de 6 metros de diámetro que se compone de 180 cuerdas. Cada una de ellas fue hilada a mano mezclando hilo de cobre y lana de alpaca. Estás cuerdas están conectadas a un circuito electrónico que amplifica y sonifica los cambios electromagnéticos presentes en el lugar de la instalación.

Nuestro khipu es un computador electrotextil de código abierto. Además de codificar el cosmos, quisimos expresar la idea de que el universo está gobernado por proporciones numéricas armoniosas y cómo los astros generan frecuencias mediante su revolución orbital. Así, lo que escuchamos, es una amplificación de las frecuencias inaudibles del espacio, las voces del “vacío” visitado por espectros, una partitura celeste, el sonido de las esferas, la voz del silencio.

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